EN LAS NOCHES MÁS OSCURAS, AQUELLAS DEL FUEGO Y EL VINO; SE PUEDE DISTINGUIR LA SILUETA DE UN LEÓN DETRÁS DE LA BARRA DE ODRICS COMPANY, MIENTRAS UN HOMBRE AGUARDA EN SILENCIO BAJO LA SOMBRA…

LOS ORÍGENES DE LION ODRIC, SIGUEN SIENDO UN MISTERIO. ALGUNOS SITÚAN SU NACIMIENTO EN LA REGIÓN DE SPEYSIDE, ESCOCÍA A PRINCIPIOS DE 1900S. OTROS CREEN QUE EXISTIÓ DESDE QUE EL TIEMPO ES TIEMPO…

Tenía una personalidad enigmática, la cual vestía de forma llamativa. En cada lugar que pisaba, dejaba una huella imborrable. Aún en nuestros tiempos es recordado como el primero de los “True Gentlemen”. Distinción que cimentó con modales exquisitos pero irreverentes. Tenía un don de palabra inigualable y podía llevar conversaciones que cuestionaban, inspiraban y elevaban la consciencia de cualquiera de sus interlocutores. Las mujeres se hipnotizaban con su presencia y siempre encontraban un lugar en su alma. Quien lo miraba a los ojos, jamás lo olvidaba… Se dice que gozaba periodos inexplicables de euforia e hilaridad que lo distinguían de la muchedumbre y que rápid mente lo pusieron al tope de la escena social de su época. Rompió los obligados frenos inhibitorios de la convivencia humana e hizo del pecado una exquisita virtud. Hacía festines en su casa que lo convirtieron en un referente del placer desbordado, en un alquimista de sabores que fueron inmortalizados con su nombre… Mezclaba sus conocimientos con diversos ingredientes amables al paladar y sus creaciones siempre iban más allá de las reglas establecidas.

Complacer era su sello. No le importan las tendencias ni la ortodoxa. Era un complejo espectáculo verlo en acción. Actualizaba recetas milenarias y las hacía suyas, mezclándolas con sus propias vivencias. Era un catador exigente, enfocado en la calidad y en el producto final. Conocía a fondo los gustos de cada uno de sus comensales y hacía de cada instante en su mesa, una genuina experiencia de vida. Poco a poco su reputación fue creciendo y logró llevar sus creaciones a cada rincón del mundo. En cada ciudad ponía una piedra y ésta se convertía en su nueva casa. Ahí cosechaba nuevos sueños y un futuro acompañado del brindis de sus invitados. Dijo que viviría por siempre mientras hubiera quienes todavía pronunciaran su nombre. Y así es… Muchos años han pasado y “Lion Odric”, se mantiene vivo en las paredes de este lugar. Hoy en Odric´s Company reconstruimos puntualmente cada una de sus recetas para perpetuar su memoria y hacer de éstas, una gran experiencia en tu vida. Hay lugares que se forjan con el tiempo, pero solo algunos se convierten en leyenda…

Erik H.